Lágrimas

Lagrimas fáciles que jamas sirven de nada, que solo son ciegas testigos que intentan gritar, pero frustradas jamas lo logran.

Son seres efímeros e inútiles la mayor parte del tiempo, pero por lo menos tienen el valor de intentarlo. Son seres insignificantes y molestos, pero obstinados en existir, en no dejarse robar lo único que tienen, que es tan solo eso, existir.

Luchan a puño limpio y contra toda voluntad. Buscan su camino a través de ojos indispuestos a alojarlas, impulsándonos a precipicios o caminos sin salida.Por ese instante de verdadera existencia viven en las cavernas interiores, alborotando todo. Nos hablan en formas que no escuchamos, solo obedecemos, caminamos sin dudarlo a cualquier cosa que nos haga sentir, caminamos sin dudar por un segundo que es por propia voluntad. Caminamos al precipicio para darles tan solo ese instante en el que ven el mundo, sonrien satisfechas y se despiden mientras la barre el viento, el tiempo o una manos temblorosas.

¿Que sería de mi vida sin tus colores?

Son momentos efímeros. Capturas del ojo humano, que lentamente van creando una realidad que solo es tuya. – Me dijiste con la voz temblando de emoción, intentando hacerme comprender eso que amabas tanto. Pero no lo comprendía, para mi no era así.

Yo no tengo realidades, yo no capturo, ni veo, ni vivo, ni siento, más que a través de tus ventanas. Vivo únicamente tu realidad. ¿Que seria de MI vida sin TUS colores?
Triunfo tus triunfos, pierdo tus derrotas, lloro tus lagrimas. No es pura y simple empatía, no es compasión terrena. No es como esa lastima que se siente por un amigo sufriendo, o ese orgullo por el triunfo ajeno. No rio contigo como ríen juntos los amigos, yo rio tu risa. Yo siento tu dolor en propia piel, siento tus heridas en carne viva, siento tu coraje hervir en mi propia sangre. Yo duermo con tu sueño y como con tu hambre. Escucho con tu oido y veo, en serio VEO con tus ojos. Pero más importante de todo yo vivo con tu vida, yo peleo con tu fuerza. Más que ventana eres motor.

Volteo mi cabeza para escuchar mejor el sonido de los automóviles, ese maldito zumbido constante que penetra cada vez en tu cabeza. Ese vaivén tan hipnotizante y sin embargo tan diferente... Hasta que se detiene. Me adelanto hacia la calle, pero pones tu mano sobre mi hombro justo a tiempo, el zumbido de un carro pasando a centímetros de mi me hiela la sangre.

-¿Qué no ves que sigue en verde?- me dices con una sonrisa sarcástica.
Estiro mi brazo para encontrarte en la oscuridad, me topo con tu hombro y sigo el camino hasta tu cara, con las puntas de los dedos voy reconociendo cada rasgo de ti.

-Ya esta en rojo, ven.- me dices jalándome del brazo.

¿Qué seria de MI vida sin TUS colores?

Cosa sadica xD

Voy a levantarte por tu estúpidamente hermoso cuello y te tirare contra el piso una y otra vez hasta que tu dolorida mirada me suplique que me detenga. Te llenare de golpes y caricias el cuerpo, mientras tarareo canciones de amor olvidadas hace tiempo. Me acercare a tu cara y la azotare contra el piso, te tomare por el cabello como hice tantas veces y te mirare a los ojos como si te quisiera, te besare a la fuerza, me pegare a tus labios, te llenare la boca de todos mis gritos de frustración, saliva y odio. Repetiré mil veces que te amo, aferrándome cada vez mas fuerte a tu cabeza, que no seas idiota, que cómo puedes serlo: esta no soy yo,esto no es real. Te besare en la frente con dulzura y volveré a lanzar tu cabeza con el suelo. Entonces respiraré por un segundo, ya calmada, feliz de que haya acabado.

Pero me veras con esos ojos llenos de pasado y esperanza, me veras con toda tu maldita dulzura y no lo soportaré, te volvere a tomar por el cuello para intentar robarte el aire, sin entenderte, porque en serio no te entiendo. Me recostare a tu lado y te susurrare poemas de amor plagiados, entre lagrimas y risas y nos inventare un mundo abstracto mientras escucho sonriendo tus ligeros gemidos de dolor, me abrazaré a tu cuerpo amoratado y besare tu nariz sangrante. Sonreiré. Entre risas y promesas golpearé tu cara una y otra y otra y otra vez hasta verla deformada, te besaré de nuevo, te morderé los labios hasta sentir tu sangre en mi boca, entre golpes y caricias me perderé viendo tu rostro.

Hasta que por fin pueda deformar tus ojos, hasta que pueda robarles la dulzura, hasta que me odies, que no lo finjas, que tu odio no sea estúpido. Hasta que me odies, pero me odies en serio, de ese odio visceral, que mueve mundo. Hasta que vea en ti esa ira, esa pasión. Hasta que no toleres mi presencia. Hasta que te repugne en cada célula del cuerpo. Entonces me sentare a observarte, te levantarás, te sacudirás el polvo y curarás tus heridas. Vas a seguir tu camino y no miraras atras.

Seguro y lejos de mí.

Solo entonces podre llorar como quiero, podre extrañarte y retorcerme de mi necesidad de ti.