jueves, 11 de marzo de 2010

Mis demonios II

Soy la víctima y esclava silenciosa de mis demonios. Ya sin siquiera pensarlo me rindo a sus brazos que me estrangulan y manipulan. No soy mas que el títere de sus deseos irracionales y lo mas triste de todo es que no se como ser nada más. No tengo idea de que sé siente el no ser esclava de mi propio cuerpo. No sé que haría con mi libertad si es que un día la consigo, cuando termine de cumplir la condena que me toco por algún crimen que desconozco. No sabría quien soy sin los ataques repentinos de llanto, sin la aversión irracional a tantas cosas, sin las ansias, sin el miedo aplastante, sin los ataques de pánico.

Creo que me moriría de soledad.

Si algún día aburro a mis demonios, si decidieran un día que tuvieron suficiente de mi, que torturarme se volvió a aburrido, que siempre siento igual, que mis lágrimas ya no los sorprenden. ¿Y si se dan cuenta que no sirvo ni siquiera para sentir y decidieran abandonarme? ¿Qué haría si se encuentran otra idiota a la que torturar, una persona que fuera menos dócil, alguien que todavía tenga fuerza en el cuerpo para contradecirlos, alguien más fuerte que yo, que no baje la cabeza, que no ceda a la primera palabra? ¿Que haría si un día toman sus cadenas y se van? así como si no tuviéramos historia, como si todas sus victorias y todas mis derrotas no significaran nada, los muy cínicos, los muy desalmados, como si no nada importara, ¿que haría si los hijos de puta me abandonaran?

Creo que me moriría de soledad

Me quedaría sola, sola y simple. Tendría que levantarme todos los días, sola. Tendría que llorar por cosas reales y peor aun, llorar sola, sin voces dándome coraje para llorar más fuerte, sin torturas, sin espejos gritando. Tendría que pasar los días en blanco, tendría que verme en el espejo y solo ver mis ojos y no los de mil personas queriendo salir, verme a mí, común, ordinaria, cuerda.

Si, moriría de soledad... y de aburrimiento. Así que hay que darles motivos para quedarse, hay que darles batalla, respuestas ingeniosas, nuevas formas de sufrimiento. Son todos agradecimientos retorcidos que los demonios aman, se alimentan de lagrimas y pelea, y no me molesta regalárselas a cambio de compañía.

Hay que sacar fuerza de abajo de las piedras, tengo que permanecer siendo un reto si no quiero que me cambien por una cualquiera. No quiero morirme de soledad.

lunes, 1 de marzo de 2010

Carta de amor

Grito tu nombre todos los días, lo grito de tantas maneras, en silencio, con cariño, con odio, con tristeza, con felicidad, hablo tu nombre como si fuera otro idioma, MI idioma, y es todo lo que puedo pronunciar. Lo susurro, lo canto, lo grito a todo pulmón, deambulo por nuestra casa llamándote a gritos pero jamás me respondes, te busco en los rincones, en nuestra cama, busco rastros de tu aroma o el sonido de tus pasos, te ruego por algo una palabra o una mirada, se que estas ahí pero jamás te apiadas de mi, me dejas solo con este silencio, siento tu presencia a veces por las noches cuando escondo la cabeza en la almohada para que no me veas llorar, lloro bajito, en silencio, para que no te preocupes demasiado.

Pero deberías preocuparte, deberías de ver lo que hiciste conmigo, a lo que me redujiste, debería de gritarte reclamos en vez de canciones, debería de quemar tus fotos, de romper tus cosas, de olvidarme tu nombre, borrar tus sombras, ensordecerme de tus ecos, porque te lo mereces.
Jamás de creí tan cruel, tan tonta, tan débil, tan cobarde, jamás creí que serias capaz de hacerte esto, de hacerme esto, por que tu vida no era tuya no es como te lo repiten todo el tiempo TU VIDA NO ES TUYA… ES MIA tu eras mía, me pertenecías, me robaste tu vida, me robaste lo que me daba sentido y jamás, escúchame bien JAMAS te lo voy a perdonar, y vas a pagar, vas a tener que escucharme llorando tu nombre todas las noches, vas a verme desperdiciar mi vida buscando tus sombras, vas a verme arrastrarme por la vida cargando con tu recuerdo, y espero que te duela por lo menos un poco, que puedas verme con un poquito de compasión. Y tal vez me ayudes a olvidarte. Es lo que me repiten una y otra vez, que debo olvidarte, que no me aferre. Pero es que son estupidos ¿por que haría eso? ya no tengo tus brazos, ni tus labios, ni tu calor, no me queda de ti nada mas que tu recuerdo, tan terriblemente hermoso, me aferro a el con cada fuerza de mi para no olvidar nada, acaricio por las noches el recuerdo de como respirabas, como se movía tu boca cuando hablabas, de la primera vez que te vi, me aferro aunque me quemen aunque siento que me corroen por dentro como acido. ¿Que mas puedo hacer? ¿Aprender a vivir sin ti? ¿Dejar de hablarle al viento con la esperanza de que me escuches?

Pero por que me engaño, si no se como mierdas vivir sin ti, si siento que me falta el aire si solo pienso en no volver a hablarte nunca mas, camino por la calle hablando solo como un loco. No se como deshacerme de ti, de mi maldita necesidad de ti, de mi retorcida necesidad de ti, de hablarte de contarte cosas estupidas, que tengo hambre , que no se de donde pagare la renta, que estoy leyendo un libro malísimo, que no ha salido el sol en 3 días, tonterías que no me importan pero tengo que decirte para que sepas que sigo vivo, para no desaparecer, porque siento que si tu dejas de escucharme en cualquier momento puedo dejar de existir, que me voy a volver tan poco importante para el universo que simplemente la tierra va a tragarme a mi y a mi recuerdo. Por que solo importo por ti y para ti. Se me acabaron los sueños, ahora solo existo para llorarte.

Para llorarte y para llorarme, para hundirme en autocompasión y gritos de reclamo contra el universo, contra ti pero especialmente contra mí, por ser tan idiota y no darme cuenta de lo miserable que era tu vida conmigo ¿realmente era tan malo? ¿tan malo soy, tan triste y patético era estar conmigo? se que estoy lejos de ser perfecto, que soy egoísta, cerrado, celoso, que no se perder, que siempre te culpo de mis errores, que me hundo demasiado en mi propio mundo y me olvido del tuyo, se que te lastimo sin darme cuenta, pero si tanto lo odiabas ¿por que no te fuiste? porque te quedaste aquí a morir lentamente, porque me dejaste matarte? pudiste ser feliz...lejos de mi pero feliz, en cambio te quedaste a arruinarte y arruinarme la vida. ¿Como te deje hundirte tan bajo sin siquiera darme cuenta? Ya no se a quien culpar ni donde meter tanto rencor, no se que hacer nuestra vida ahora que me toca vivirla por los 2.

Me miro en el espejo y no me reconozco, con años y penas y tu ausencia en mis ojos, tu ausencia en mi piel, en mis brazos cansados, con tu ausencia pintada hasta en mi sombra, no me reconozco sin ti, no reconozco este lugar sin tu sonido, o este tiempo si tu no estas para vivirlo (¿ya cuanto ha pasado? ¿Semanas? ¿Años?) No reconozco si esto es vida o solo un mal sueño, si exististe algún día en realidad o siempre he estado así, en este limbo inventándome que algún día tuve una vida feliz, junto a ti. Pasó el tiempo alimentándome de imágenes, sonidos y olores de un pasado que se me mezcla con fantasía. Pero no, tiene que ser verdad, porque no soy capaz de inventarme algo tan hermoso.
Pero no debería estarte cansando con esto amor, seguro tienes cosas más importantes de las que preocuparte. Finalmente solo quería decirte que el tiempo que ha pasado desde que te conocí han sido los años más confusos, más dolorosos, más difíciles, pero más FELICES que he tenido. Tu me despertaste del remedo de vida que creía era lo único que existía y me obligaste a vivir. A pesar de todo, a pesar de los daños, jamás voy a terminar de agradecerte cada día que me diste antes de partir, y los que me das aunque te hayas ido. Por que sufrir por ti es mejor que vivir por nada.
Feliz aniversario

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Soy mi peor enemiga. Despierto cada mañana sin saber si hoy me ayudo o me destruyo. Miro a mis manos como armas frias y ajenas, casi siempre en reposo, casi siempre calmadas y sumisas, pero listas para traicionar con un grito del subconciente.

Me uno y me divido en mil partes que ya nisiquiera reconozco, intento nombrar a cada una, darle una cara y una voz ajena a la mia, pero se confunden entre tantos gritos y susurros, hablan entre ellas un lenguaje que no puedo entender. Me alimentan de paranoia, miedo y falso cariño, hablan condescendientemente, con una dulzura tan venenosa, pero en la que sigo cayendo.

Las obedezco y sigo ciegamente no se si por cariño, sumisión o miedo. Me llevan de la mano a la orilla del precipicio. Y ahí las observo; y salto, saltamos.