domingo, 28 de junio de 2009

Quiero vivir de tu aliento




Quiero vivir de tu aliento
Quiero dejarme soñar con tus besos
Quiero vivir de ti
De tu beso que es amor
De tus brazos que son vida
De tu cuerpo que es mi fuerza
De tu vida que es la mía
Quiero vivir de tu aliento
Desde le fondo de tu pecho
Hasta el fondo de mi alma
Quiero compartir tu aliento

lunes, 22 de junio de 2009

Un poco demasiado explicito...




Las manos me sudan frío y tiemblo, porque se lo que va a pasar. Estoy en el salón de las computadoras, sentada en la última silla, esperándolo. Es un salón oscuro, la luz esta apagada y solo hay unas pequeñas ventanas pegadas al techo. Se lo que va a pasar pero no puedo evitarlo, que podría hacer contra el? si solo tengo 7 años.

Oigo que la puerta se abre y me quedo paralizada del miedo. Camina hacia mi y me encojo en la silla, me toma de la mano para que me pare, lo hago y el se agacha para besarme en la frente y después me habla la oído, con su mejilla raspando mi cara. La cara se me llena de lagrimas silenciosas y el me mira riéndose.

-Todo va a estar bien, nadie te va a lastimar. Por que lloras?

El calor de su aliento en mi oído y mi cuello me dan ganas de vomitar, de golpearlo y salir corriendo, pero no puedo hacer nada, mis piernas ya no me responden, así que cierro los ojos y espero que pase rápido.

Me seco las lágrimas y cierro los ojos, oigo como se desabrocha el cinturón, el peor sonido del mundo, se me enchina la piel y empiezo de nuevo a temblar. Congelada, paralizada.

- Híncate aquí, y pon tus manitas en el piso, vamos a jugar. Por que sigues llorando niña? ya te dije que todo esta bien.

Lo obedezco, no tengo otra opción. El se hinca detrás de mi y mete sus manos debajo de mi blusa, y despuesme toma por las piernas, las nauseas casi me ganan pero contengo el deseo de vomitar, ya nada de mi cuerpo me responde no puedo gritar, no puedo llorar, a duras penas puedo pensar, todo en mi cabeza son ruido y lagrimas, aunque por fuera no haga nada.

Siento un dolor horrible entre las piernas y me paralizo aun mas y ya no puedo separar los sonidos de mi cabeza, el miedo, se me mezcla con la culpa, que se arremolina con una clase extraña de placer, que despues es reemplazado por nauseas, se mezclan todos con la impotencia, se arremolinan todos juntos, se mezclan, aumentan y disminuyen, sin que yo pueda hacer nada, absolutamente nada. Soy como una muñeca o una piedra, que a duras penas existo, es mas eso es lo que quiero, quiero no existir, quiero no estar aquí ni en ningún lugar, quiero dejar de sentir y de pensar, así que me repito que no existo una y otra vez, me duele todo el cuerpo, las piernas el abdomen las manos que me raspan contra el piso, la cabeza, que es como un hervidero de ruido, me repito que no existo, otra vez y otra vez hasta que me lo crea, y por fin despues de un tiempo casi interminable para mi, se detiene.

Y entonces el silencio se hace en mi cabeza, demasiado silencio, el se levanta y me dice algo, pero su voz ya no es nada, solo un zumbido, me quedo tirada en el piso y oigo la puerta cerrarse a los lejos, abrazo mis piernas por las que corre un hilillo de sangre y cierro los ojos. Tirada ahí, sin hacer nada, todavía sin llorar, gritar o salir corriendo, como si no existiera, por que no existo.